lunes, 23 de noviembre de 2015

¿Qué pasa con las pruebas del robo de la Hacienda Santa Mónica?‏


El señor Charles Lucom conoció en Panamá a quien fue su compañera hasta el lecho de muerte, la señora Hilda Piza o Hilda Lucom. De familia de la alta sociedad panameña, Hilda tuvo cinco hijos antes de casarse con Wilson Charles Lucom. Ellos no objetaron públicamente las nupcias de su madre con Charles Lucom, sin embargo el empresario norteamericano nunca fue del agrado de los hijos de Hilda.

Los 5 hijos son de apellido Arias,  uno de los apellidos “yeyé” de Panamá. Para ellos Lucom no era mas que un recién llegado y a pesar de que hizo grandes inversiones en el país, entre ellas la Hacienda Santa Mónica, los Arias nunca lo respetaron como padrastro ni lo consideraron parte de la familia. 

Por todo lo anterior, Charles Lucom decidió hacer gala de su filantropía y modificar el texto de su testamento para así dar como herencia la Hacienda Santa Mónica a los niños pobres de Panamá, con ello se realizaría un fideicomiso millonario que disminuiría las necesidades de familias en pobreza extrema, dándole a estos niños la oportunidad de salir adelante con una vida digna y con más oportunidades de las que cuentan.

Sin embargo, luego del fallecimiento de Lucom vino una serie de movidas inesperadas, la mayoría de ellas sobrepasando la legalidad jurídica panameña. Los Arias, junto con su madre y viuda de Lucom pusieron manos a la obra para invalidar la última voluntad de Charles. Lo peor de esta historia es que lo lograron, luego de un acuerdo entre los Arias y Alberto Vallarino para una futura venta a este último si él los ayudaba a quedarse con las tierras violando el testamento, y con ello, a la justicia panameña.

Evidencias de este caso han salido a la luz pública de forma reiterada, inclusive hay grupos de panameños que se han dado a la tarea de investigar de forma independiente, pero la justicia es “ciega” ante sus demandas.

Tal es el caso de Sonia Álvarez Pérez, otra víctima de Alberto Vallarino y su grupo de abogados liderado por Infante y Morgan & Morgan. Sonia es dueña de otro grupo de tierras en Coclé, tierras que colindan con la Hacienda Santa Mónica y el desarrollo Buenaventura en Juan Hombrón. Esta panameña ha recogido una gran cantidad de evidencia que dan fe de los ilícitos cometidos por Vallarino y su gente.

¿Por qué las autoridades no dan explicaciones de cosas como las presentadas en el siguiente documento, donde Hilda Lucom solicitó un poder para la firma de Infante, abogado de dudosa reputación en nuestro país y uno de los  artífices de la anulación del testamento de Lucom? Todos los intentos de hacer justicia de la verdadera en nuestro país se detienen cuando tocan los intereses de grandes grupos económicos, pero sobre todo codiciosos.



Igual pasa en los medios, esperemos que más pronto que tarde se alcen las voces contra las injusticias que han dejado sin recursos a los niños que de verdad lo necesitan, los niños de bajos recursos de nuestra Panamá.

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